Antonella salió a trabajar como lo hace todos los días en su auto, un Renault 4 modelo ´76, ¡una calabaza el bichito!, predispuesta a que se le pinchen las ruedas, se le pare el auto o se recaliente el motor en cualquier lugar.
Su rutina era llegar sucia a destino. ¿Por qué nunca se le apareció el Hada Madrina para convertir esta calabaza en un auto de verdad?.Tampoco jamás la buscó el Príncipe para probarle los miles de zapatos que tiró enfurecida por el camino, sin embargo todos los meses llegan las Hermanastras malvadas dejando las boletas de la luz, el agua, el cable, el teléfono y, claro, la Madrastra perversa le dice en conferencia de prensa:
-"¡Aquí también la Nación Crece!"-.
Autora: Adriana Comán
BRILLANTE! Un cierre ES-PEC-TA-CULAR! Felicitaciones Adriana.
ResponderEliminarQué alegría saber que mi escritura agrada! A pesar de la temática abordada, nuestra historia.
ResponderEliminarBesos Amigo!!
jajajajaja EXCELENTE TEXTO Y PERFECTAMENTE AMOLDABLE A LA REALIDAD!!!!!!
ResponderEliminarsos una genia Adry
¡Gracias Diana por tu aporte! ¿No te parece que vivimos en un inmenso cuento de hadas?? Sin anestesia por favor
ResponderEliminarEl que quiere escuchar que oiga!!
ResponderEliminarAplaudo tu mensaje tan lleno de metáforas.
Mil besos
Hermana,
Amalia
Agradezco tu participación el el blog Amalia.
ResponderEliminarEs interesante lo que genera un breve mensaje, la realidad es para reflexionar.
Besos desde Santiago del Estero, Argentina.